
Estos días estuve pensando en qué escribir para actualizar el blog, hay varios temas de actualidad, tantos que todavía no me formo alguna opinión contundente sobre ellos. El otro día iba caminando, pensando en como actualizar esto, con mi discman escuchando el disco que están viendo en la imagen.
Algo raro me pasa con este disco siempre que lo escucho. Me pongo a pensar que cuando Metallica grabó este disco eran unos jóvenes de apenas 23 años. Ya tenían un éxito inusitado, las cosas sucedieron demasiado rápido para este grupo, a los 21 años ya habían alcanzado la cumbre del metal mundial. Sin embargo, este disco rompió todos los esquemas que ellos mismos habían inventado y desarrollado hace tan solo dos o tres años atrás. En este disco llevaron el Thrash metal a niveles inimaginables, y todavía más imposibles un par de años después con "... And Justice For All", pero ese es otro cuento.
Pocos discos en la historia del metal han ejercido una influencia tan gigantesca como lo hizo "Master of Puppets", comparable quizás con un "Number of the Beast" de Maiden, o un "Paranoid" de Black Sabbath, o "Black Metal" de Venom. Y es que el secreto que está detrás de este disco es que logra a la perfección el (en ese tiempo) casi imposible equilibrio entre melodía desgarrada y agresividad furiosa. La prueba definitiva de que la rabia y agresividad juvenil podía ir de la mano con un sentido melódico esencial. Lo cortés no quita lo valiente.
Pero hay más, todo ello aderezado con un puñado de canciones que sencillamente te vuelan la cabeza, temas con un envidiable sentido de la composición, del ritmo y de la coherencia artística. Con todo esto, es fácil ver que este disco no tenía otro destino que convertirse en un clásico eterno.
Para recordar temas tan brutales como "Battery" y "Damage Inc.", la pasmosa evolución de "Welcome Home (Sanitarium)", la perfección instrumental de "Orion", y por supuesto la genialidad sin límites de "Master of Puppets", probablemente una de las mejores canciones en la historia del metal, y mi favorita de Metallica en toda su carrera.

Que más decir, solo queda el recuerdo para Cliff Burton, que luego de este disco murió en un desafortunado accidente, sin embargo sus líneas de bajo quedaron registradas para siempre en este clásico inmortal.
A pesar de las críticas contra Metallica por estos días por "venderse" al sistema, creo que con legados como este no tienen que dar explicaciones a nadie, creo que con su aporte es más que suficiente para sentirse orgullosos.
Nos vemos.